Observo todos esos verdes mezclados con grises y entre ellos Katsumi desaparece, olvidando la brillantez de su aparición, casi cayendo en el olvido, cada vez más distante.
Otra la ha sustituido, más brillante, como cuando un nuevo amor se abre paso, ¿que fácil es olvidar lo que nos dieron cuando encontramos a otra más fresca!
¡Egoísmo! ¡Ese es mi pecado!, que convierte a la Diva en un ser inerte, plasmado sin vida en una pared hermosa para convertirla en una mera apariencia.
¿En un adorno triste?
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